Por Álex Kirschner
Sabemos ya que todo es vibración.
Tal como decía Einstein: todo es energía. La materia tan solo es esa energía que se densifica para que sea percibida por nuestros sentidos.
Ya los Mayas enseñaban la creación de luz por medio del canto de armónicos, esos subtonos que componen cada singular timbre de voz. El color, la luz , la materia son estados de frecuencia diferentes con un mismo origen… No hay separación entre lo sutil y lo denso.
Es la manifestación de un proceso. Es nuestro limitado modo de pensar, hasta ahora, lo que genera el espejismo de separación.
Materia y espíritu son expresión de la misma esencia.
Nuestros pensamientos ligados estrechamente a nuestras emociones, y viceversa, son frecuencias tanto que recibimos como que emitimos.
Es el ser humano el único responsable de la elección, entre las infinitas opciones neuronales posibles, tanto de sus pensamientos como de sus emociones, causa y efecto de lo que se le manifiesta.
Perseveramos, en nuestra inconsciencia, en proyectar en el exterior el origen de nuestras vivencias ya sean oscuras o luminosas…
Cuidemos especialmente, como ya hacían hace más de 2000 años la comunidad esenia, cada letra, cada palabra, cada frase, pues eran consideradas y son sagradas. Nos enfermarán o sanarán, así como las infinitas frecuencias sonoras que nos rodean.
Nuestra voz, a través del canto de armónicos, nos conecta directamente con las proporciones sagradas de la naturaleza. Son los subtonos que conforman, como decía, nuestra voz singular y única como expresión de la consciencia universal donde todas las voces son LA VOZ. El número Phi: 1,618, hecho en esta ocasión sonido.
A través de esas notas que son las que son, ni una más, ni una menos, formando una escala concreta, única, que no es ni la diatónica ni la cromática, deja a un lado el permanente “run-run” del pensamiento, transformándose en una meditación en sí misma, en equilibrio, armonía, sanación, acompañando a cada órgano, a cada “músico” de nuestra personal orquesta hacia su lugar para que cada nota sea tocada de la manera que corresponde, en su lugar, en el momento e intensidad adecuados.
Hay ya un largo recorrido de investigación respecto al sonido y su influencia en la salud humana, en los ecosistemas, en la naturaleza.
El sonido cambia nuestras ondas cerebrales que, si es equilibrador y armonioso, hará más lenta nuestra respiración, haciéndola más profunda, reduciendo el ritmo cardiaco y equilibrando el flujo del líquido cefalorraquídeo, por ejemplo.
Un ecosistema sano está emitiendo permanentemente, aunque no seamos conscientes de ello, frecuencias que nos equilibran.
Podemos pensar sobre ello, pero ¿qué tal si nos ponemos a sentirlo?
El estudio de los patrones musicales, los armónicos, las resonancias y las frecuencias son claves para la vida, mucho más de lo que imaginamos..
La teoría pitagórica dice que la ley de la creación es idéntica a como se generan, desde un sonido fundamental y por cuartas ( SI, MI, LA, RE, SOL, DO , FA ), todos y cada uno de los demás tonos, tal y como como se genera todo lo que existe…
El 9 de Julio en el Encuentro tendremos un Baño de Sonido en plena naturaleza como parte de las actividades de interiorización y conexión que Luis Fernando Mostajo llevará a cabo. Al escuchar, frecuencias de varios instrumentos musicales acompañados con Canto de Armónicos, comenzamos a resonar en armonía con vibraciones primordiales, que a nivel molecular conforman todo lo que existe, lo animado y lo inanimado
,Contaremos con la presencia de Álex Kirschner , discípulo de la vida que ha transitado sobre todo por el mundo de lo creativo,. Uyilizando la música y su vibración como vehículo de sanación y conexión con nosotros mismos y con todo lo que nos rodea de una forma sutil.
Si quieres conocer más información sobre el encuentro mundial que se celebrará del 8 al 10 de julio en Aranjuez España, puedes ver toda la información pinchando sobre el botón del Programa: